La identidad de la marca gráfica y las etiquetas de estos aceites de oliva, no hacían eco de la calidad del producto. Frente a esta situación, el cliente nos otorgó la libertad de proponer un rediseño disruptivo. La propuesta finalmente aprobada, renuncia por completo a su diseño anterior. Incluso propusimos cambiar el logotipo por las iniciales de la marca a gran tamaño, manteniendo el nombre completo debajo y a un tamaño pequeño, ya que entendíamos que el logotipo anterior era demasiado extenso y podía abreviarse para favorecer su destaque.